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El Nuevo MAS reitera que todavía hay tiempo para ir a internas abiertas para unificar a la izquierda y reafirma a Manuela Castañeira, única precandidata presidencial mujer

11-06-2019   Por: 221RADIO | 103.1

Al momento de escribir esta declaración nos están llamando de varios medios preguntándonos ante el posible acuerdo entre el FIT y el MST. Preferimos, entonces, sentar posición por este intermedio.

No sabemos los detalles de este acuerdo pero sí podemos dar una primera definición: el FIT ha privilegiado acordar con el grupo de la izquierda que tiene la trayectoria más discutible (apoyo al campo, acuerdo con Luis Juez, etcétera) en vez de buscar un acuerdo leal con nuestro partido, cuya trayectoria ha sido siempre consecuente con las banderas de la izquierda.

Desde el vamos la orientación del FIT “para lograr la unidad” ha sido ultimatista: vencidos todos los plazos, incluyendo en esto la falta de tiempo para discutir con seriedad los fundamentos programáticos de cualquier acuerdo, se deja trascender en los medios este anuncio cuyas bases no están claras.

Muchos simpatizantes de la izquierda reclaman la unidad. Y tienen razón: la unidad para presentar un polo unificado en las luchas y ante los candidatos del sistema, es una necesidad.

Sin embargo, que sea una necesidad no hace más simples las cosas. Sobre todo cuando, como ha venido ocurriendo desde la conformación del FIT ocho años atrás, esta discusión se transforma en un mero terreno de maniobras para intentar silenciar a corrientes que como nuestro partido, contribuyen cotidianamente a las luchas de los trabajadores, las mujeres y la juventud.

Nuestro partido no acepta ni aceptará jamás el método del ultimátum. Afirmamos que con este acuerdo el FIT fuga hacia adelante sin avanzar un milímetro en resolver las inercias que viene acumulando: haberse transformado en un ámbito de exclusiva pelea entre sus miembros sin haber dado canal alguno al activismo.

El FIT es una cooperativa electoral que se junta -y se deshace posteriormente- ante cada elección; no ha avanzado un milímetro más allá de esto. Se ha transformado en un acuerdo electoralista que si bien sostiene un criterio de independencia política frente a las opciones patronales, lo que es progresivo, se deteriora de manera creciente como una construcción para ir más allá de las elecciones. Una dinámica que sumando al MST, no hará más que agravarse.

Y decimos esto sin desconocer que en las elecciones pasadas realizamos un frente electoral con el MST aun a sabiendas de las dificultades que plantea un acuerdo con esta fuerza, así como en el pasado realizamos frentes electorales con todas las fuerzas del FIT: con el Partido Obrero en el 2001, con el PTS e IS al final de esa misma década, etcétera.

Llamamos la atención que acordando con el MST, intentado utilizar este acuerdo para avasallar a nuestro partido, se privilegia el acuerdo con una de las organizaciones más oportunistas de la izquierda.

El operativo montado por el FIT tuvo como uno de sus objetivos bajar la lista encabezada por nuestra compañera Manuela Castañeira, cuestión que nos parece un crimen político siendo la única precandidatura presidencial mujer para esta elección; un planteo de espaldas al histórico movimiento de mujeres en desarrollo en nuestro país.

Los manejos maniobreros del FIT también le impidieron acordar con Luis Zamora, una figura que si bien tiene déficits a la hora de entender la necesidad de acuerdos unitarios, su portazo estuvo en cierto modo justificado por las prácticas habituales del propio FIT.

Nuestro partido no se dejará avasallar: hacemos enteramente responsable al FIT por la división de la izquierda. Que sumen un grupo más –y, por añadidura, sobre bases poco claras-, no resuelve el problema.

Todavía hay tiempo, sin embargo, para unificar fuerzas de manera democrática: ir a internas abiertas en agosto acordando un programa y, sobre la base de los votos obtenidos, conformar las listas.

Las ventajas de esta alternativa son evidentes: cada fuerza podría realizar su campaña, cada votante de la izquierda podría optar a sabiendas que todo voto sumará al mismo espacio y luego de las PASO salir unificados con una lista común.

De negarse a esto el FIT, nuestro partido reafirmará lo que ya está haciendo: poniendo en marcha la campaña presidencial encabezada por Manuela Castañeira, única precandidata mujer para la próxima elección.