
En
221 Radio,
Pablo Blanco, padre de
Lautaro, unas de las 194 víctimas fatales de la tragedia de
Cromañón, lamentó que
Omar Chabán haya muerto “sin mostrar un signo de arrepentimiento”, aunque dijo que el fallecimiento del ex gerenciador del
boliche de Once le produjo “indiferencia”.
“Cuando me enteré de la noticia, me produjo indiferencia, aunque lamento que se haya ido sin mostrar un signo de arrepentimiento”, contó Blanco en diálogo con Marianela en El Cafecito. Pero apuntó: “Chabán pagó con su forma de vivir (sus últimos años) lo que construyó esa noche”.
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11-18 Pablo Blanco - Padre de víctima de Cromanón
Además, recordó a
Lautaro como un chico de 14 años "con mucha personalidad”, que quiso ser arquero y jugaba muy bien en ese puesto, y un chico al que le gustaba mucho el rock desde chiquito. “Sabíamos que iba a
Cromañón, pero jamás nos imaginamos que podía ser una encerrona mortal" afirmó
Blanco; al tiempo que confió que “el dolor está siempre, no se pierde nunca” y que “cuando llega esta época, empezamos a sentir algo raro en el cuerpo”, a pesar de que “
Lautaro sigue vivo en cada uno de nosotros”. Sin embargo, el padre de la víctima se mostró aliviado por “haber podido vivir todo lo que quería con
Lautaro”.
Por otro lado, reconoció que no asistió a los juicios llevados a cabo contra los culpables de tamaña tragedia porque “sentí que tenía que tomar distancia de
Cromañón para poder seguir la vida”; aunque consideró que “es necesario el arrepentimiento público por parte de los responsables”. Además, remarcó que “si bien entre los familiares hay diferencias en muchas cuestiones, a todos nos juntó una tremenda desgracia, un gran dolor”.
Para finalizar, contó que su otra hija es sobreviviente, se casó y fue mamá, que toda la familia “tiene una gran alegría que ella esté viva después de
Cromañón”; y le hizo una recomendación y petitorio a toda la sociedad: “Hay que tener la mirada hacia adelante para que
Cromañon no pasé más”.