La verdad que no conocí personalmente a Yiyo ni a Julián. Si lo vi en varias oportunidades de visita en la 221 Radio ese gran proyecto que supieron construir. Siempre con una sonrisa, le hacía gestos a Marianela cuando estaba al aire para que parara de hablar…para que redondeara.

Son esas personas que uno sin conocerlo saben que son de buena  madera. Es inevitable porque como dice el dicho “dime con quién andas y te diré quién eres”.

La profesión me llevó hace una década a conocer a Marianela. A trabajar en algunas oportunidades a la par. Recuerdo que cuando empezaron a construir el proyecto de la 221 yo le decía que "linda experiencia. Te felicito" y ella, generosa, me insistía para que nos sumáramos con un grupo de amigos que estabamos en otra radio. Que laburaban con un equipo muy piola, con Yiyo, con Dalto, con Juan, con Kevin...etc etc Por infinidad de cuestiones nunca se dio.

Con admiración, observé desde afuera, como fue creciendo ese sueño.

Con admiración, observó día a día la pasión que le meten a la RADIO. La calidad del producto que hacen día a día.

Después de leer algunas crónicas que escribieron sobre Yiyo y Julían en el portal de 221 inevitablemente se me vino a la cabeza Adolfo Castelo. Sé que las comparaciones son odiosas, no creo en este caso, pero tuve la misma sensación cuando él falleció. La sensación de que las pérdidas de Yiyo y Julián son irremplazables, como la de Adolfo.

Recuerdo un título de alguna crónica que decía “un sentimiento de injusticia” y una frase de Joaquín Sabina que también cabe en esta oportunidad y me atrevo a volver a usar ¿Por qué los hijos de puta son longevos y los decentes no?.

Yiyo y Julián andaban con Marianela, a quién conozco. Una gran persona. Generosa. Y como dije al principio DIME CON QUIEN ANDAS Y TE DIRE QUIEN ERES